6 ago 2009

Mi niñez

Nací en Sherewsbury, el 12 de Febrero de 1809. Soy el segundo hijo varón de Robert Waring Darwin y de Susannah Wedgwood.
A mis 8 años, en 1817 tras la muerte de mi madre, mi educación transcurrió en una escuela local.
A los 16 años, en 1825, fui obligado por mi padre a ingresar en la Universidad de Edimburgo, para comenzar, allí, mis estudios de Medicina.
En 1827 la abandoné e ingresé en la Universidad de Cambridge, con el fin de convertirme en ministro de la Iglesia de Inglaterra.
En mi estadía allí, entre 1828 y 1831, conocí a dos influyentes profesores, el profesor Adam Sedgwick, quien me acompañó en mis estudios de Geología y al profesor John Henslow quien no sólo me ayudó a confiar en mí mismo, si no que también me enseñó la necesidad de ser cuidadoso y esmerado en la observación de la naturaleza y la recolección de ejemplares de diversas especies.
Gracias a la recomendación de mi profesor Henslow, abandoné Cambridge para enrolarme como naturalista voluntario en la Fragata Beagle y emprender una expedición científica por los mares del mundo que duró desde 1831 hasta 1836.
En 1837, me trasladé a la ciudad de Londres, Inglaterra.
Luego en 1839 publiqué mi viaje como un naturalista alrededor del mundo en el H.M.S Beagle.

Creado por los alumnos: Agustina Baibiene, Valentina Abreu Salomón y Tomás Palopoli

Charles Darwin

Un naturalista, me ofreció formar parte de una expedición científica a bordo del buque Beagle. Para mí, fue la mejor experiencia a causa de que pude recopilar muchas especies e información para crear la teoría de la evolución de la vida.
El 29 de Enero de 1839, me casé con mi prima Emma Wedgwood.
No pude haber encontrado mejor mujer que se adaptara a mis intereses como Emma, mujer inteligente, atractiva y de caracter decidido y capaz. Tuvimos diez hijos y vivimos en una casa de campo.
Pasé por el peor momento de mi vida, cuando Annie, una de mis hijas, se murió por tuberculosis. Frente a esta desgracia, olvidé completamente mi fe religiosa porque pensé que dios no podía permitir tal tragedia. Mis problemas con la Iglesia me acompañarían aún después de muerto.
Una vez superado el dolor, que me mantuvo en silencio por muchos años, me animé a publicar mis ideas que desataron una polémica descomunal.
CREADO POR LOS ALUMNOS: Gonzalo N. Belen- Paloma Moreno - Victoria Berro

Los viajes del beagle


El objetivo de la expedición dirigida por Fitzroy era el de completar el estudio topográfico de los territorios de la Patagónica y la Tierra del Fuego, el trazado de las costas de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico y la realización de una cadena de medidas cronométricas alrededor del mundo. El periplo, de casi cinco años de duración, llevó a Darwin a lo largo de las costas de América del Sur, para regresar luego durante el último año visitando las islas Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia, Mauricio y Sudáfrica. Durante ese período su talante experimentó una profunda transformación. La antigua pasión por la caza sobrevivió los dos primeros años con toda su fuerza y fue él mismo quien se encargó de disparar sobre los pájaros y animales que pasaron a engrosar sus colecciones; poco a poco, sin embargo, esta tarea fue quedando encomendada a su criado a medida que su atención resultaba cada vez más absorbida por los aspectos científicos de su actividad.
El estudio de la geología fue, en un principio, el factor que más contribuyó a convertir el viaje en la verdadera formación de Darwin como investigador, ya que con él entró inexcusablemente en juego la necesidad de razonar. Darwin se llevó consigo el primer volumen de los Principles of Geology de Charles Lyell, autor de la teoría llamada de las causas actuales y que habría de ser su colaborador en la exposición del evolucionismo; desde el reconocimiento de los primeros terrenos geológicos que visitó (la isla de São Tiago, en Cabo Verde), Darwin quedó convencido de la superioridad del enfoque preconizado por Lyell. En Sao Tiago tuvo por vez primera la idea de que las rocas blancas que observaba habían sido producidas por la lava derretida de antiguas erupciones volcánicas, la cual, al deslizarse hasta el fondo del mar, habría arrastrado conchas y corales triturados comunicándoles consistencia rocosa. Hacia el final del viaje, Darwin tuvo noticia de que Sedgwick había expresado a su padre la opinión de que el joven se convertiría en un científico importante; el acertado pronóstico era el resultado de la lectura por Henslow, ante la Philosophical Society de Cambridge, de algunas de las cartas remitidas por Darwin.
La teoría sobre la formación de los arrecifes de coral por el crecimiento de éste en los bordes y en la cima de islas que se iban hundiendo lentamente, fue el primero en ver la luz (1842) de entre los logros científicos obtenidos por Darwin durante el viaje. Junto a éste y al establecimiento de la estructura geológica de algunas islas como Santa Elena, está el descubrimiento de la existencia de una cierta semejanza entre la fauna y la flora de las islas Galápagos con las de América del Sur, así como de diferencias entre los ejemplares de un mismo animal o planta recogidos en las distintas islas, lo que le hizo sospechar que la teoría de la estabilidad de las especies podría ser puesta en entredicho. Fue la elaboración teórica de esas observaciones la que, años después, resultó en su enunciado de las tesis evolutivas.
Darwin regresó a Inglaterra el 2 de octubre de 1836; el cambio experimentado en esos años debió de ser tan notable que su padre, «el más agudo observador que se haya visto de natural escéptico y que estaba lejos de creer en la frenología», al volverlo a ver dictaminó que la forma de su cabeza había cambiado por completo. También su salud se había alterado; hacia el final del viaje se mareaba con más facilidad que en sus comienzos, y en el otoño de 1834 había estado enfermo durante un mes. Se ha especulado con la posibilidad de que en marzo de 1835 contrajera una infección latente de la llamada enfermedad de Chagas como consecuencia de la picadura de un insecto.
Realizado por los alumnos: Juan Ignacio Hirchsmann, Candela Pedace y Ailín Castro

Los viajes en el Beagle

El Beagle
Darwin en 1831, cuando tenía 22 años, Charles Darwin se embarcó a bordo del Beagle para realizar una vuelta al mundo que duró 5 años.
Salida de Devonport:
Zarpó de Devonport el 27 de diciembre de 1831. El objeto de la expedición era completar el estudio de la costa de la Patagonia y de la Tierra del Fuego.
Tenerife:
El 6 de enero el Beagle embarcó en Tenerife. "...A la mañana siguiente veíamos alzarse el sol tras la quebrada línea de gran Canaria..."
Río de Janeiro:
Sirvió de refugio para algunos negros cimarrones
Buenos aires:
Charles Darwin describió a la provincia de Buenos Aires de una manera variada.
“Buenos Aires es una ciudad muy grande, los edificios presentan un maravilloso golpe de vista.”- opinó Darwin
Tierra del fuego:
Cuando Charles Darwin llegó al sur de la argentina (Tierra del fuego)
Comentó lo siguiente:
“Cuando en el estrecho de Magallanes se mira hacia el sur los numerosos canales revisten tintes tan tétricos que parece como si condujeran fuera de los limites de este mundo”.
Chile:
Cuando Charles Darwin llegó al Oeste de la Argentina observo y dijo: “sentado observando la naturaleza vi...había un zorro el único en la especie, único en la isla. Se quedo mirándolo”.
Los andes:
Sin embargo, también encontró restos de conchas en las alturas de los Andes, así como Árboles fosilizados que habían crecido a pie de playa, lo que le llevó a pensar que según subían niveles de tierra, las islas oceánicas se iban hundiendo, formándose así los atolones de arrecifes de coral.
Islas Galápagos:
Poco después, en las Islas Galápagos, geológicamente jóvenes, Darwin se dedicó a buscar indicios de un antiguo "centro de creación", y encontró variedades de pinzones que estaban emparentadas con la variedad continental, pero que variaban de isla a isla. También recibió informes que los caparazones de tortugas variaban ligeramente entre unas islas y otras, permitiendo así su identificación.
Australia:
En Australia, la rata marsupial y el ornitorrinco le parecieron tan extraños que Darwin pensó que era como si "dos creadores" hubiesen obrado a la vez. Encontró a los aborígenes australianos "bienhumorados y agradables", y notó su decadencia por la proliferación de asentamientos europeos.
Isla del Coco
También investigó la formación de los atolones de la Isla Cocos, con resultados que respaldaban las teorías de Darwin. Por aquel entonces, Fitzroy —que redactaba la "narración oficial" de la expedición— leyó los diarios de Darwin y le pidió permiso para incorporarlos a su crónica. El diario de Darwin fue entonces reescrito como un tercer volumen dedicado a la historia natural.
Ciudad del Cabo: En ciudad del cabo, una de las últimas escalas de su vuelta al mundo, Darwin y Fitzroy conocieron a John Herschel, quien había escrito recientemente a Lyell alabando su teoría uniformista por plantear una especulación sobre "ese misterio de misterios: la sustitución de especies extintas por otras" como "un proceso natural en oposición a uno milagroso".
Plymouth: Ordenando sus notas rumbo hacia Plymouth, Darwin escribía que de probarse sus crecientes sospechas sobre los pinzones, las tortugas y el zorro de las Islas Malvinas, "estos hechos desbaratan la teoría de la estabilidad de las especies" (más tarde, reescribió prudentemente "podrían desbaratar" Posteriormente reconoció que en aquel momento, los hechos observados le hacían pensar que "arrojaban alguna luz sobre el origen de las especies".

Creado por los alumnos: Clara G. Lombardi, Manuela Aguirre y Román Löb

Teoría de la evolución

La teoría de Lamark según la evolución de las jirafas:

  • Lamark pensaba que las jirafas conseguían su cuello largo esforzándose mucho para llegar a la copa de los árboles donde se encontraban las hojas más deliciosas.

Darwin discrepaba con Lamark acerca de la evolución de las jirafas:

  • Darwin pensaba que las jirafas conseguían su cuello largo genéticamente porque evolucionaban y les crecía el cuello sin esforzarse para llegar a la copa de los árboles.
  • El cuello es más largo en unas jirafas que en otras. Las jirafas de cuello largo alcanzan mejor el alimento y es más probable que se reproduzcan.
  • Los hijos de las jirafas de cuello largo heredan este carácter de sus padres.
  • Con el tiempo, las jirafas de cuello corto han sido eliminadas en favor de las de cuello largo.
















Realizado por los alumnos: María Agustina Turano, Franco Rodriguez, Agustín Federico Antonelli

Darwin vs. la Iglesia

Charles Robert Darwin supo siempre que su teoría, iba a caer como una bomba atómica porque nadie le iba a creer, ya que todos creían en la teoría de la IGLESIA acerca de la creación; no obstante ello, se atrevió y publicó “El Origen de las Especies”.
Darwin se sentía como un hombre a punto de confesar un crimen. En La Inglaterra victoriana del S. XIX prevalecía la idea de todas las especies vivas –incluido el ser humano- habían sido emergidas del suelo de un día para el otro por la mano de Dios. Lejos estaba su teoría de apoyar esto; muy por el contrario.
El padre de la evolución-como así se llamó a Darwin-había estudiado Teología en la Universidad de Cambridge con la intención de convertirse en sacerdote de la iglesia Anglicana.

Todas sus teorías estaban en contra del “Libro De Génesis”.
En el año 1851 la muerte de su adorada hija Annie, como consecuencia de una tuberculosis que acabó con su vida a los 10 años, fue la puntilla que le hizo perder definitivamente la fe. Luego, de esta muerte tan dolorosa, Darwin sufrió una fuerte crisis de fe. Sin embargo, nunca quiso definirse como ateo sino más bien como agnóstico.
“El Origen de las especies” desató un escándalo descomunal en la sociedad británica, y Darwin tuvo que sufrir la humillación de ver su propio rostro barbudo caracterizado en un mono. La Iglesia Anglicana denunció que la Teoría de la Evolución constituía la visión más degradante del ser humano.
Toda esta polémica sobre los conflictos religiosos que podían provocar sus teorías no le asombraban ya que éstos eran frecuentes en su propia casa; sin embargo le hubiera chocado mucho más el descubrir que, 150 años después, las llamas de esta controversia todavía no se han apagado en el mundo del siglo XXI.

El año pasado se prohibió en las escuelas las teorías de Darwin.

Hecho por: Carolina Vazquez, Mateo Rolón Righetti y Marina Lecour.

Curiosidades

A pesar de todo lo que hizo, la evolución, sigue resonando en los libros y en la tele. Podemos ver que sigue habiendo mucho información de él hoy en día.

Darwin ha sido una figura muy celebrada antes de este bicentenario, por ejemplo, ocupa desde el 2000 la cartera de los británicos presidiendo los billetes de diez libras (el Banco de Inglaterra lanzará ahora una moneda especial de dos libras).
Existen incluso varios premios con su nombre, aunque el más recordado, por su hiriente demostración de humor negro, es el Darwin Award, que cada año premia a torpes y pobres diablos que pasan accidentalmente a mejor vida para mejorar la especie humana.
También un grupo de música "Korn" le dedicó un tema con el original nombre "Evolution"


A 200 años del aniversario de su nacimiento, Darwin todavía es noticia...


Realizado por: Clara G. Lombardi, Candela Pedace y Manuela Aguirre

Ecos de sus teorías

Hoy en la actualidad Charles Darwin es una persona muy querida por toda la población.
Las personas siguen creyendo en su teoría: la evolución de los monos o chimpancés.
Según algunos expertos, no hay tantos conflictos entre Darwinismo y el creacionismo.
En la actualidad, la gente sigue buscando huesos para estudiarlos y mejorar la teoría de Darwin.
Este año 2009, se cumplen 150 años de la publicación del Origen de las especies de Charles Darwin. Una teoría científica que revolucionó los cimientos en los que se asentaba la sociedad y la Ciencia hasta principios del siglo XIX. Atrás empezaron a quedar las explicaciones sobrenaturales, mitológicas y religiosas sobre el origen de la vida. Darwin dio una explicación causal del origen evolutivo de los seres vivos: la teoría de la selección natural. Una explicación magníficamente simple y a la vez poderosa, irrefutable desde el punto de vista científico, y que abrió las puertas para seguir investigando en la resolución del mayor misterio de todos los misterios: el origen de la vida.
Juan Luís Arsuga (paleontólogo y miembro del equipo de investigación de los yacimientos de Atapuerca) opina: "Lo que nos importa más de Darwin fue su trabajo y cambió las cosas, y es el pensador más importante de la historia de toda la humanidad".
Eduard Punset: "A mí me gusta comparar a Darwin con Lincoln, presidente de Estados Unidos, quien fue el que más hizo por la democracia del mundo entero. Darwin, logró sacar a la humanidad del secuestro del dogmatismo en el que se encontraba sumergida. Si alguien se compara a Darwin, es indudablemente Lincoln"

Luna Leveratto, Joaquín Parodi y Belén Lombardero.